Benahavís

El término municipal de Benahavís se extiende desde el embalse del río Taraje, situado al norte de la carretera costera N340, pasando por detrás de Cancelada, en Estepona, hasta las laderas del Parque Natural de la Sierra de las Nieves, junto al área recreativa de La Fuenfría. Se extiende en 145 kilómetros cuadrados de soleadas laderas que dan al sur del Mediterráneo y ofrecen impresionantes vistas a Gibraltar y a la costa de Marruecos en días despejados.

Ubicación

El municipio está atravesado por tres grandes ríos que desembocan en el Mediterráneo y que llegan desde la Serranía de Ronda: el Guadalmina, que se encuentra al este del núcleo urbano y que impulsa varios molinos a lo largo de su recorrido; el Guadalmansa, que se extiende por la parte occidental del término municipal y se utiliza como fuente de energía para la industria petrolífera; y el Gaudaiza, que discurre por el trazado de la moderna carretera de Ronda a San Pedro Alcántara.

La carretera que sube a Benahavís propiamente dicha ofrece algunas de las vistas más espectaculares de la Costa del Sol y sus cambiantes paisajes a medida que se aleja de la costa. El barranco formado por el Guadalmina se adentra en las colinas de la derecha, estrechándose a medida que se cuela por Las Angosturas antes de abrirse de nuevo al entrar en el pueblo, rodeado de terrenos rocosos y volcánicos, plagados de ricas vetas de granito y mármol.

La mayor parte del término municipal no ha variado nada desde hace siglos. Está densamente cubierto de olivos y otra vegetación mediterránea, como castaños en las zonas cercanas a los ríos, lo que da la impresión de un paisaje verde y fértil durante gran parte del año. Es el hogar de una gran variedad de fauna, que incluye cabras montesas, ciervos y otros mamíferos, reptiles y lagartijas, y una gran cantidad de peces e insectos.

Desarrollo

Si bien es cierto que Benahavís se ha desarrollado con calma durante las últimas décadas, conservando la calma y el encanto de un típico pueblo encalado, con sus calles empedradas y su arquitectura tradicional, las laderas de las colinas que rodean el municipio esconden una serie de urbanizaciones residenciales exclusivas, entre las que se incluyen urbanizaciones muy solicitadas como La Zagaleta, El Madroñal y Marbella Club Golf Resort, muchos de los cuales cuentan con campos de golf y otros servicios de lujo.