Quienes estuvieron aquí inmediatamente después de la caída del mercado financiero pueden no estar de acuerdo con el título anterior, pero hay que recordar que fue una crisis mundial, y una que dejó pocos lugares del mundo intactos. El hecho es que prácticamente ningún lugar del mundo está totalmente a prueba de recesión, pero si se mira hacia atrás a través de los años y se compara el mercado inmobiliario de Marbella con muchos otros en todo el mundo, o incluso dentro de España, se hace evidente que se trata de un mercado muy resistente.
¿Por qué decimos esto? Porque donde muchos mercados inmobiliarios, especialmente los de segunda vivienda como la Costa del Sol, caen rápidamente en recesión, sufren grandes caídas en el valor de las propiedades y luego tardan mucho en recuperarse y volver a la normalidad, nuestra región ha demostrado una y otra vez que se recupera con fuerza, y en las mejores zonas apenas pierde valor. Esto fue evidente durante la última crisis financiera, cuando no sólo Marbella y sus alrededores vieron caer los precios de las propiedades en mucho menos del 30-40% que se veía en otras partes del país, sino que esta zona también se recuperó con fuerza y fue, de hecho, una de las primeras partes de España en sacar al país de la recesión.
En este sentido hay una clara similitud con otros destinos de lujo como Mallorca e Ibiza, y una distinción igualmente evidente con los mercados regionales como la Costa Blanca, la Costa de Almería y la Costa de la Luz, que han sido mucho más afectadas y son mucho más susceptibles a las caídas. Lo mismo se aplica a esos mercados de segunda vivienda e inversión que surgieron repentinamente con tanta ferocidad hace algunos años – Bulgaria, Marruecos, Brasil, Panamá, Cabo Verde, etc. A diferencia de los clásicos, que incluyen a Florida, España, el Algarve, Suiza, Londres y Francia, las zonas más «exóticas» no han resistido el paso del tiempo y han disminuido mucho en volumen e importancia.
España es el principal mercado de segunda residencia, sin duda para los europeos, y esto se puede atribuir a una variedad de factores: clima, cultura, infraestructura, la disponibilidad de conexiones aéreas fáciles a los centros de todo el continente, una costa arenosa, un estilo de vida fácil con excelentes instalaciones de ocio, una emocionante elección de atractivas propiedades y zonas residenciales y, por supuesto, la seguridad y el estado de derecho de una democracia occidental establecida dentro de la Unión Europea.
Sin embargo, la razón de la aún mayor resistencia de la Costa del Sol, y en particular de Marbella, en relación con otras partes del país, se debe al hecho de que es una zona de más alto nivel en la que los atributos positivos antes mencionados son aún más pronunciados. Como resultado, Marbella es más intrínsecamente deseable, con un estilo de vida que es la envidia de Europa. Como tal, atrae a compradores de toda Europa y más allá, y las personas en esta categoría tienden a ser más resistentes a la recesión.
Marbella y la Costa del Sol con un atractivo duradero y por lo tanto una sólida demanda.
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